Siempre hemos esperado que nuestras herramientas digitales creen conexiones, no conflictos. Tenemos la oportunidad de hacerlo realidad.

Por más que la situación actual no nos permita movernos fuera de casa, eso no significa que no estemos constantemente comunicados. 

Primero, los chats grupales, mensajes diarios a amigos y familiares, compartiendo las últimas noticias, mostrando fotos, videos, y algún que otro chistecito. 

Cuando esto ya no nos bastó, empezaron las videollamadas. Facetime, Zoom, Skype, cualquier red que nos permitiera escapar un poco de la soledad. 

Y ni hablar de las redes sociales. Twitter, Instagram, Youtube y Facebook. Repletos de memes, vídeos, anécdotas y comentarios graciosos. 

¿Realmente estamos viviendo el distanciamiento?

No. Todo lo contrario. Estamos más conectados y más cerca que nunca.

Mis bandejas de entrada están llenas de invitaciones a eventos digitales: clases de Zoom Art, clubes de lectura de Skype, algún que otro juego online con amigos. 

No sirve de nada endulzar el virus, que ya ha tenido consecuencias devastadoras para las personas de todo el mundo, y puede empeorar mucho en los próximos meses. Habrá más vidas perdidas, empresas cerradas y comunidades en dificultades financieras. Nadie discute que lo que vendrá será divertido, fácil o algo remotamente normal durante mucho tiempo.

Pero si hay un lado positivo en esta crisis, puede ser que el virus nos esté obligando a usar Internet como siempre se debe usar: para conectarnos, compartir información y recursos, y encontrar soluciones colectivas a problemas urgentes. 

Ya parece que las redes sociales han mejorado , con información más confiable que la que se podría esperar de una pandemia global.

Estamos viendo una explosión de creatividad cuando las personas intentan usar la tecnología como un puente a través de distancias físicas.

Solo hay que ver lo que está sucediendo en el mundo. Adultos confinados en casa están publicando mini-manifiestos en Facebook ,niños acuden en masa a juegos en línea para varios jugadores como Fortnite. DJs como anfitriones de fiestas virtuales mientras la audiencia reacciona en tiempo real en sus teléfonos. Nuevas formas de reuniones sociales como clases virtuales de yoga , servicios religiosos virtuales , clases virtuales. Y por supuesto, los famosos bailes de Tik Tok que ya traspasaron la barrera generacional. 

Construir un mundo virtual para reemplazar un mundo físico roto no es una idea nueva. Ha sido un elemento básico en las narrativas de ciencia ficción durante décadas, incluidos clásicos como «Snow Crash» y «Ready Player One». Muchas de estas historias son de naturaleza distópica: en ellas, la realidad virtual es simplemente un escape de un mundo real que se está desmoronando.

Pero las herramientas digitales también pueden ayudar a fortalecer nuestros lazos en el mundo real si los usamos de la manera correcta.

Y no solo consumir de esta cultura online, sino también devolver. Participar activamente en ella e involucrarnos en estas comunidades virtuales que, por ahora, parecen ser nuestro único sostén. 

En estados unidos, los tecnólogos ciudadanos están utilizando herramientas digitales para fortalecer sus comunidades fuera de línea. En California, David Pérez creó un grupo de Facebook llamado California Coronavirus Alerts para compartir información localizada con sus vecinos. Un grupo de maestros de escuelas públicas en Mason, Ohio, creó un Google Doc para compartir ideas sobre cómo seguir enseñando a los estudiantes durante el cierre de una escuela ordenada por el estado. En el Área de la Bahía, la gente está construyendo bases de datos para hacer un seguimiento de qué personas mayores necesitan ayuda para que les entreguen los alimentos y las recetas.

A medida que el virus nos obliga a entrar, deberíamos pensar en formas de invertir en nuestros espacios digitales y construir conexiones virtuales robustas que puedan reemplazar parte de la proximidad física que estamos perdiendo, así como movilizarnos para apoyar a nuestras comunidades del mundo real en un tiempo de enorme necesidad.

Podemos usar la tecnología para enfrentar esta crisis, en lugar de simplemente distraernos de ella.

Fuentes: The Coronavirus Crisis Is Showing Us How to Live Online

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